08 junio, 2015

El placer fue nuestro

Ni tras cuarenta y dos jornadas disfrutando en ella me canso de repetir que somos de Segunda. Hace ya casi diez meses escribía las primeras líneas de esta aventura. Volvimos para quedarnos, y así ha sido. El Leganés se salvó jornadas atrás, y perdió, de hecho, la posibilidad de hacer historia al dejar escapar el tren de los playoffs. Pero no ha sido hasta el pitido final del último partido, cuando uno se da cuenta de lo que hemos conseguido.
El Lega cerró la temporada sin jugarse más -ni menos- que igualar la mejor clasificación de su historia en la categoría. No lo consiguió porque empató contra un Zaragoza que se jugaba esa última plaza disponible para entrar en los playoffs. Los maños llegaron con la batería a medias, y se marcharon con las pilas agotadas por un Leganés exigente, pero con una sonrisa de oreja a oreja tras conseguir lo que querían.  Mientras ellos celebraban haber superado el primer escalón de los tres que les separa de Primera, nosotros aplaudimos a los nuestros, y a los que a partir de mañana dejarán de serlo.

Chuli besó nuestra casa con su undécimo gol -pichichi pepinero-, en un gesto de agradecimiento hacia el club que le ha devuelto la vida. Media temporada le ha servido para hacerse un hueco en nuestra memoria durante mucho tiempo, y creo que en la suya el nombre de 'Leganés' tampoco desaparecerá fácilmente. El abrazo de Fran Moreno fue el de todos nosotros. Otro que se llevará consigo un pedacito de corazón pepinero es Eraso, ese cachorro que se ha convertido en león, y que con sus ocho goles, al igual que la temporada pasada, volvió a enamorarnos con su fútbol, su sencillez y su humildad. Es un tópico, pero es la verdad. El bueno de Erik Morán, el guepardo de Diego Aguirre, el eléctrico Bryan Rabello o el pulpo Serantes también vuelven a sus otras casas. Otros no renovarán, otros podrán irse. 

Quizá alguno regrese, como regresan los enamorados. Porque si algo ha hecho el Leganés esta temporada ha sido enamorar. Culpa de ello tiene un Asier Garitano que ya ha renovado otros dos años, alargando el proyecto que podría haber acabado como ciclo esta temporada. Afortunadamente para nosotros no ha sido así. Décimos, con 56 puntos, es el límite a superar para seguir creciendo en una categoría a la que regresamos firmando salvarnos en el último segundo, del último partido, si hacía falta. Ingenuos. Nos vemos en la decimotercera. 

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