18 abril, 2015

Diez minutos de sueño

El Leganés mereció como poco puntuar en Montilivi. Dominó a todo un Girona, pero la puntería de Jaime Mata y la eficacia de Sandaza tiraron por tierra todo el trabajo pepinero. (Girona 2-1 Leganés)
Soñó el Leganés con un puesto en los playoffs durante diez minutos. El tiempo que transcurrió entre el gol de Chuli y el del empate de Mata. El Leganés se colocó sexto momentáneamente después de una primera parte en la que nadie consiguió marcar, pero que tuvo como principal reclamo la clase de buen fútbol que desplegaron los pepineros. El Girona estuvo supeditado por los blanquiazules, a pesar de la escasez de ocasiones. Fue en la segunda parte cuando se le echó salsa, y llegaron los goles. 

Un pase de Álvaro García dejó solo a Chuli, que utilizó doblemente la puntita del pie para guisárselo y comérselo. Primero, para hacerse un autopase ante la salida de Becerra, y después, para rebañársela a un Richy despistado que creyó haber solventado el problema. La portería estaba en la dirección que tomó la pelota, y Chuli no tuvo que hacer más que ir a celebrarlo con una nueva reivindicación hacia los escépticos del sur. Ya van ocho. 

El Lega había conseguido materializar esa superioridad, pero quedaban casi cuarenta minutos de partido. Los de Asier Garitano buscaron el segundo, pero el Girona no se empequeñeció ni dudó de sus posibilidades a pesar de que no estaba siendo su mejor partido. Con un balón colgado desde la izquierda, Jaime Mata consiguió batir a Serantes diez minutos después del 0-1, con un sutil y magistral toque de pie. A partir de ahí, la inercia local fue difícil de frenar, y Pablo Machín introdujo a Sandaza, que si algo sabe hacer bien es oler la sangre. La primera que tuvo, la coló. Eficacia similar a la que condenó al Leganés en Butarque, y con la que permitió a su equipo llevarse nuevamente los tres puntos. Las derrotas abultadas se le siguen resistiendo a un Leganés que dejó gran sabor de boca en tierras catalanas. Toca ganar al Mirandés para seguir soñando.

13 abril, 2015

Todo es posible

Nunca antes el Leganés había estado tan lejos del descenso. Ahora, a falta de nueve jornadas, el casi cumplido reto de la permanencia parece dar paso a otro mucho más difícil: el de no pensar en los playoffs. (Leganés 2-0 Albacete
No hicieron falta ni más de tres palabras para explicar el partido. "Ganó el mejor", sentenció el técnico del Albacete sin más rodeos en la conferencia de prensa. Así fue. Volvía el Lega a Butarque después de tres partidos contra Alcorcón, Sporting y Numancia en los que no demostró la superioridad que sí tuvo ayer. Los de Garitano pudieron hacer mejor su fútbol a merced de un Albacete que jugaba y dejaba jugar. Había más espacios y el Leganés se sentía más cómodo. El trivote siguió funcionando a la perfección con un Diamanka de nuevo omnipresente; la defensa de Postigo y Mantovani mantienen más seguro al ya de por sí seguro Serantes, y en la delantera, el '12' sigue con hambre. 

Todo funcionó bien ayer en Butarque, salvo el césped. Quizá por ello los goles llegaron de una forma menos directa de lo previsible. El primero, un regalo de Dorronsoro por no medir dos centímetros más, y el segundo, otro obsequio de Antoñito al llegar tarde a un balón en el área. Era difícil llegar antes que Diego Aguirre. 2-0 en 30 minutos, y la mejor primera parte pepinera desde el baile del Villamarín. La segunda tuvo a un 'Lega' más relajado, y a un Albacete más revolucionado. Un error, de no ser por la falta de acierto visitante. El césped -o el barro- volvió a hacer de las suyas, y evitó el gol albaceteño cuando Chumbi había metido la pierna para rematar un centro-chut de Keko. Los continuos botes de la pelota hicieron que ésta siguiera su camino por debajo de la pierna del delantero del 'Alba', y pasara de largo ante la portería de Serantes. En serio, vean la repetición. 

El Leganés no fue capaz de aprovechar el riesgo que asumieron los albaceteños, y los flojos contraataques no sumaron el tercero. Poco a poco la esperanza visitante se fue apagando, y el tiempo murió con una nueva victoria pepinera. La permanencia se empieza a tocar con algo más que la yema de los dedos, aunque a Garitano aún le falten cuatro puntitos más. Van 46, a +14 del descenso y a -3 de playoffs. Una ventaja más que saludable bajando los ojos, y una desventaja esperanzadora levantando la mirada. En el horizonte está el Girona, pero ustedes deciden hacia donde mirar. Pueden hacerlo, porque aún todo es posible.

06 abril, 2015

Sin prisa pero sin pausa

Piano, piano -si va lontano- es una expresión que repetía mucho Pablo Alfaro en su época pepinera como método para llegar a su objetivo. El famoso partido a partido. Así es como de poco en poco el Leganés suma y sigue para alcanzar su destino en la categoría de plata. Sin prisa pero sin pausa. (Ponferradina 1-1 Leganés)
El mes de abril es el más importante de la competición, decía Garitano el viernes. Ponferradina, Albacete, Girona y Mirandés lo conforman, y para empezar se ha conseguido un punto que, lejos de casa, siempre sabe bien. El Leganés corroboró su buen estado de forma lejos de Butarque -eso que en la primera vuelta era una quimera- con diez puntos de quince en las últimas cinco salidas, algo que es incluso más de lo esperado, pero necesario para no estar sufriendo y saborear la mitad de tabla como una piruleta infinita. 

En El Toralín los pepineros fueron mejores en una primera parte donde el gol de Eraso pudo ser multiplicado. El 'trivote' volvió a funcionar y a dar energía al equipo y los de Garitano crearon sensación de peligro a cada llegada.  Pero la Ponferradina tenía el factor campo a su favor, no se dejó meter mano fácilmente, y los de Manolo Díaz imprimieron más fútbol y carácter en el segundo acto. Serantes pospuso el empate con un paradón a bocajarro a Rubén Sobrino, pero no pudo hacer nada minutos después, cuando Yuri empaló la pelota en el área pequeña tras una llegada inteligente por banda derecha, y dos rebotes que nos dejaron maldiciendo la física. Preo el punto, como digo, supo bien después de ver cómo Tete perdonaba el gol de la victoria en el descuento. 

Ahora llega el Albacete, un rival no sólo venido a más, sino crecido hasta los topes después de acumular ocho partidos consecutivos en los que nadie lo ha ganado, y tras vencer al Valladolid y a Las Palmas. Vendrá a Butarque, un estadio donde el Leganés necesita volver a ganar para no ponerse nervioso, o mejor dicho, para no ponernos nerviosos a nosotros. Se prevé una noche importante la del próximo domingo.