17 agosto, 2015

¡Nos vamos a Somoslega.com!

Después de un año escribiendo en este espacio sobre algunas de las victorias más bonitas del regreso a Segunda de mi C.D. Leganés, 'La Chilena Del Ascenso' se traslada a somoslega.com. Espero que como yo, hayáis disfrutado de este humilde blog pintado de verde pepinero y lleno de palabras, que no son otra cosa que sentimientos escritos. Ahora, os invito a seguir disfrutando en el nuevo proyecto de Hora Blanquiazul. ¡Allí nos vemos! 


08 junio, 2015

El placer fue nuestro

Ni tras cuarenta y dos jornadas disfrutando en ella me canso de repetir que somos de Segunda. Hace ya casi diez meses escribía las primeras líneas de esta aventura. Volvimos para quedarnos, y así ha sido. El Leganés se salvó jornadas atrás, y perdió, de hecho, la posibilidad de hacer historia al dejar escapar el tren de los playoffs. Pero no ha sido hasta el pitido final del último partido, cuando uno se da cuenta de lo que hemos conseguido.
El Lega cerró la temporada sin jugarse más -ni menos- que igualar la mejor clasificación de su historia en la categoría. No lo consiguió porque empató contra un Zaragoza que se jugaba esa última plaza disponible para entrar en los playoffs. Los maños llegaron con la batería a medias, y se marcharon con las pilas agotadas por un Leganés exigente, pero con una sonrisa de oreja a oreja tras conseguir lo que querían.  Mientras ellos celebraban haber superado el primer escalón de los tres que les separa de Primera, nosotros aplaudimos a los nuestros, y a los que a partir de mañana dejarán de serlo.

Chuli besó nuestra casa con su undécimo gol -pichichi pepinero-, en un gesto de agradecimiento hacia el club que le ha devuelto la vida. Media temporada le ha servido para hacerse un hueco en nuestra memoria durante mucho tiempo, y creo que en la suya el nombre de 'Leganés' tampoco desaparecerá fácilmente. El abrazo de Fran Moreno fue el de todos nosotros. Otro que se llevará consigo un pedacito de corazón pepinero es Eraso, ese cachorro que se ha convertido en león, y que con sus ocho goles, al igual que la temporada pasada, volvió a enamorarnos con su fútbol, su sencillez y su humildad. Es un tópico, pero es la verdad. El bueno de Erik Morán, el guepardo de Diego Aguirre, el eléctrico Bryan Rabello o el pulpo Serantes también vuelven a sus otras casas. Otros no renovarán, otros podrán irse. 

Quizá alguno regrese, como regresan los enamorados. Porque si algo ha hecho el Leganés esta temporada ha sido enamorar. Culpa de ello tiene un Asier Garitano que ya ha renovado otros dos años, alargando el proyecto que podría haber acabado como ciclo esta temporada. Afortunadamente para nosotros no ha sido así. Décimos, con 56 puntos, es el límite a superar para seguir creciendo en una categoría a la que regresamos firmando salvarnos en el último segundo, del último partido, si hacía falta. Ingenuos. Nos vemos en la decimotercera. 

16 mayo, 2015

Despertados antes de tiempo

Cuando parecía que recibir al Sabadell era el partido más asequible de los "cinco para soñar" que le quedaban al Leganés, llegó un empate que aleja el sueño. El 'Lega' fue mejor, lo intentó más veces y tuvo la pelota más tiempo, pero no ganó en el sitio más importante: el marcador. (Leganés 1-1 Sabadell)
El Sabadell venía a Butarque en plena lucha por la salvación, y a falta de cuatro partidos sigue inmerso en el pozo. Los de Juan Carlos Mandiá lo tienen difícil si siguen jugando como ante los pepineros, no sólo porque no ganaran, sino porque poco hicieron para ello. Cierto es que las bajas de Collantes, Hidalgo y Juanjo son notables, pero el equipo que realmente parecía jugarse la vida fue el 'Lega'. Incluso Axel Torres, que se dejó ver por Butarque, se desesperaba con cada mala acción arlequinada. Y quizá esa es la decepción. El Leganés jugó como tenía que jugar para ganar, para luchar por ese sueño que Garitano y los suyos se han ganado a pulso esta temporada. Y ante un rival cuyas constantes vitales eran prácticamente lineales, el 'Lega' no pudo pasar del empate en casa. No sirvió ni siquiera que el partido empezara a pedir de boca.

Postigo encontró lo que llevaba buscando toda la temporada, un gol de cabeza. Llegó en el minuto once de una primera parte dominada por el Leganés. Cómodo, sin sobresaltos, llegó al descanso. Todos nos frotábamos las manos por las buenas sensaciones. Ni siquiera hubo lugar a la resignación por haber perdonado algún que otro gol, como el que Aguirre hubiera marcado si no fuera por Nauzet. De repente, por sorpresa, de la nada, llegó el gol de Eguaras. Pasaban tres minutos del comienzo de la segunda parte, y un despeje tan innecesario como horrible de Soriano no pudo acabar peor. Incluso ahí, la preocupación fue mínima. Quedaba toda la segunda parte, y el Lega seguía siendo superior.  El gol tenía que llegar. Pero los minutos iban empujando el partido al abismo, y el Lega no marcaba. Garitano, que después del gol del Sabadell no quiso esperar más, introdujo a Rabello y Velasco en busca de oxígeno y poder en ataque, y más tarde a Fran Moreno en busca de altura, y más frescura. Los pepineros lo intentaron como cuando llega el gol. Era cuestión de tiempo. De un tiempo que se acabó. 

Nos topamos con un empate inesperado que ciertamente chafa las ilusiones creadas durante la semana. Los playoffs se alejan, y aunque la posibilidad sigue ahí, quizá es el momento de disfrutar sin objetivos. Para divertirnos con Chuli, con Eraso, con Aguirre o con Garitano. Quién sabe lo que pasará a partir del 30 de junio. De momento, valoremos lo que sigue siendo una bendita locura: jugar los últimos cuatro partidos de una temporada en Segunda, sin presión ninguna. En la gloria.

10 mayo, 2015

Lo logramos

Lo logramos. El Leganés sumó 50 puntos y será de Segunda un año más. Ahora quedan por delante cinco partidos para disfrutar sin la presión de poder caer, y con la ilusión de querer hacer historia. (Leganés 2-1 Las Palmas)
Las Palmas no llegaba con la sintonía futbolística con la que ganó en la ida. Ha perdido carácter a domicilio, tanto que en las últimas nueve salidas no ha podido ganar. El Leganés lo sabía, y volvió a convertir Butarque en un fortín para complicarle la vida a los amarillos, y corroboró las palabras de Paco Herrera, en las que dijo que éste iba a ser el partido más difícil de los seis que le quedaban. Correcto, porque tras el tostón de la primera parte -quizá más por el solazo que nos hizo a más de uno convertir un papel en parasol, y otro en abanico-, en la segunda llegó el desfase.

Prendes abría el marcador a los seis minutos después de un contraataque de libro. El asturiano pasó a la historia logrando el gol 500 del Lega en Segunda División. Lástima que tengamos que recordarlo por su primer gol de blanquiazul, y no por su enésimo. Ni a pensar en eso dio tiempo, porque al minuto Simón empató el partido. El ánimo volvió a relajarse, y se temió lo peor cuando Viera penetró en el área y remató... al palo. Susto del que el Leganés se repuso con garra y fútbol, para impedir que el arreón canario matara el partido. Todo se volvió más intenso, más vivo, más emocionante. Poco a poco el Leganés volvió a retomar el control, y de la nada Chuli se sacó el segundo. Obra de ratón de área, de genio, de killer. Hasta en Las Palmas se escuchó el rugido de Butarque cuando el speaker Bermejo cantó eso de "¡con el número doce...!". El mazazo fue definitivo para los de Paco Herrera, y el Leganés parecía el equipo grande y experto, controlando los tiempos con maestría.

Pitido final, y 50 puntos que se celebran con un grito parecido al de Cristiano Ronaldo. Un 'Sí' muy alto y muy largo. Mitad de tabla, y cinco jornadas para saborear lo conseguido e intentar hacer historia. Siempre nos gustó tener a mano las guindas. ¡A por ella!

04 mayo, 2015

No acierto, no party

No hubo sorpresa en Zorrilla. El Valladolid no fue superior pero plasmó esa característica intrínseca de los equipos denominados 'grandes'. La de marcar a pares incluso cuando no haces tu mejor partido. (Valladolid 2-0 Leganés)
Decía Garitano en la previa que el equipo necesitaba creer para poder hacer un gran partido. Un argumento idéntico al que utilizó el Leganés antes de enfrentarse al Betis. El Valladolid, claro, estaba avisado de aquel precedente y no se dejó poseer por otra creencia pepinera. No fue un mal partido del Leganés, pero tampoco el mejor. Desde las cabinas del Jozé Zorrilla se vieron fases de poco dinamismo, de lentas transiciones y de poca verticalidad. Argumentos, aún así, válidos para hacer frente a todo un Valladolid en su estadio, con un Erik Morán espléndido, pero quizá escasos para ganarlo. 

El Valladolid, sin sacar lo mejor de sí, logró imponerse. Álvaro Rubio abrió la lata tras un remate de cabeza en el rechazo de un balón parado. Un gol poco vistoso, fiel al día vallisoletano. Chuli tuvo la réplica en un mano a mano que se la marchó muy desviado. Fue la mejor ocasión pepinera, en el día en el que Rabello debutaba como titular. El chileno es ahora un jugador más versátil que el que llegó en enero, pero no aprovechó los minutos brindados. La segunda parte fue más de lo mismo, con una nueva oportunidad de Chuli, esta vez de cabeza, que supuso una gran mano de Varas. La diferencia de acierto fue el mejor resumen del partido. El 'Lega' lo intentaba, pero el resultado a favor de los pucelanos les daba una inercia favorable con la que llegó el penalti. Rubén Peña derribó a Óscar, y Roger batía a Serantes (Serrantes, según, una vez más, el marcador visitante). Derrota bajo la lluvia, y a casa. Lástima, sobre todo, por la afición blanquiazul, la única que quiso ser el jugador número doce.

Tres partidos consecutivos sin ganar acumulan los pepineros, pero aún a once puntos del descenso. Es la renta que está permitiendo al Leganés vivir este tramo final de Liga con cierta tranquilidad. Cuatro de los próximos y últimos seis partidos serán en Butarque, empezando por recibir a Las Palmas. Otro 'grande' que aún no sabe lo que es Butarque. Buena oportunidad para sellar los 50 puntos.

18 abril, 2015

Diez minutos de sueño

El Leganés mereció como poco puntuar en Montilivi. Dominó a todo un Girona, pero la puntería de Jaime Mata y la eficacia de Sandaza tiraron por tierra todo el trabajo pepinero. (Girona 2-1 Leganés)
Soñó el Leganés con un puesto en los playoffs durante diez minutos. El tiempo que transcurrió entre el gol de Chuli y el del empate de Mata. El Leganés se colocó sexto momentáneamente después de una primera parte en la que nadie consiguió marcar, pero que tuvo como principal reclamo la clase de buen fútbol que desplegaron los pepineros. El Girona estuvo supeditado por los blanquiazules, a pesar de la escasez de ocasiones. Fue en la segunda parte cuando se le echó salsa, y llegaron los goles. 

Un pase de Álvaro García dejó solo a Chuli, que utilizó doblemente la puntita del pie para guisárselo y comérselo. Primero, para hacerse un autopase ante la salida de Becerra, y después, para rebañársela a un Richy despistado que creyó haber solventado el problema. La portería estaba en la dirección que tomó la pelota, y Chuli no tuvo que hacer más que ir a celebrarlo con una nueva reivindicación hacia los escépticos del sur. Ya van ocho. 

El Lega había conseguido materializar esa superioridad, pero quedaban casi cuarenta minutos de partido. Los de Asier Garitano buscaron el segundo, pero el Girona no se empequeñeció ni dudó de sus posibilidades a pesar de que no estaba siendo su mejor partido. Con un balón colgado desde la izquierda, Jaime Mata consiguió batir a Serantes diez minutos después del 0-1, con un sutil y magistral toque de pie. A partir de ahí, la inercia local fue difícil de frenar, y Pablo Machín introdujo a Sandaza, que si algo sabe hacer bien es oler la sangre. La primera que tuvo, la coló. Eficacia similar a la que condenó al Leganés en Butarque, y con la que permitió a su equipo llevarse nuevamente los tres puntos. Las derrotas abultadas se le siguen resistiendo a un Leganés que dejó gran sabor de boca en tierras catalanas. Toca ganar al Mirandés para seguir soñando.

13 abril, 2015

Todo es posible

Nunca antes el Leganés había estado tan lejos del descenso. Ahora, a falta de nueve jornadas, el casi cumplido reto de la permanencia parece dar paso a otro mucho más difícil: el de no pensar en los playoffs. (Leganés 2-0 Albacete
No hicieron falta ni más de tres palabras para explicar el partido. "Ganó el mejor", sentenció el técnico del Albacete sin más rodeos en la conferencia de prensa. Así fue. Volvía el Lega a Butarque después de tres partidos contra Alcorcón, Sporting y Numancia en los que no demostró la superioridad que sí tuvo ayer. Los de Garitano pudieron hacer mejor su fútbol a merced de un Albacete que jugaba y dejaba jugar. Había más espacios y el Leganés se sentía más cómodo. El trivote siguió funcionando a la perfección con un Diamanka de nuevo omnipresente; la defensa de Postigo y Mantovani mantienen más seguro al ya de por sí seguro Serantes, y en la delantera, el '12' sigue con hambre. 

Todo funcionó bien ayer en Butarque, salvo el césped. Quizá por ello los goles llegaron de una forma menos directa de lo previsible. El primero, un regalo de Dorronsoro por no medir dos centímetros más, y el segundo, otro obsequio de Antoñito al llegar tarde a un balón en el área. Era difícil llegar antes que Diego Aguirre. 2-0 en 30 minutos, y la mejor primera parte pepinera desde el baile del Villamarín. La segunda tuvo a un 'Lega' más relajado, y a un Albacete más revolucionado. Un error, de no ser por la falta de acierto visitante. El césped -o el barro- volvió a hacer de las suyas, y evitó el gol albaceteño cuando Chumbi había metido la pierna para rematar un centro-chut de Keko. Los continuos botes de la pelota hicieron que ésta siguiera su camino por debajo de la pierna del delantero del 'Alba', y pasara de largo ante la portería de Serantes. En serio, vean la repetición. 

El Leganés no fue capaz de aprovechar el riesgo que asumieron los albaceteños, y los flojos contraataques no sumaron el tercero. Poco a poco la esperanza visitante se fue apagando, y el tiempo murió con una nueva victoria pepinera. La permanencia se empieza a tocar con algo más que la yema de los dedos, aunque a Garitano aún le falten cuatro puntitos más. Van 46, a +14 del descenso y a -3 de playoffs. Una ventaja más que saludable bajando los ojos, y una desventaja esperanzadora levantando la mirada. En el horizonte está el Girona, pero ustedes deciden hacia donde mirar. Pueden hacerlo, porque aún todo es posible.

06 abril, 2015

Sin prisa pero sin pausa

Piano, piano -si va lontano- es una expresión que repetía mucho Pablo Alfaro en su época pepinera como método para llegar a su objetivo. El famoso partido a partido. Así es como de poco en poco el Leganés suma y sigue para alcanzar su destino en la categoría de plata. Sin prisa pero sin pausa. (Ponferradina 1-1 Leganés)
El mes de abril es el más importante de la competición, decía Garitano el viernes. Ponferradina, Albacete, Girona y Mirandés lo conforman, y para empezar se ha conseguido un punto que, lejos de casa, siempre sabe bien. El Leganés corroboró su buen estado de forma lejos de Butarque -eso que en la primera vuelta era una quimera- con diez puntos de quince en las últimas cinco salidas, algo que es incluso más de lo esperado, pero necesario para no estar sufriendo y saborear la mitad de tabla como una piruleta infinita. 

En El Toralín los pepineros fueron mejores en una primera parte donde el gol de Eraso pudo ser multiplicado. El 'trivote' volvió a funcionar y a dar energía al equipo y los de Garitano crearon sensación de peligro a cada llegada.  Pero la Ponferradina tenía el factor campo a su favor, no se dejó meter mano fácilmente, y los de Manolo Díaz imprimieron más fútbol y carácter en el segundo acto. Serantes pospuso el empate con un paradón a bocajarro a Rubén Sobrino, pero no pudo hacer nada minutos después, cuando Yuri empaló la pelota en el área pequeña tras una llegada inteligente por banda derecha, y dos rebotes que nos dejaron maldiciendo la física. Preo el punto, como digo, supo bien después de ver cómo Tete perdonaba el gol de la victoria en el descuento. 

Ahora llega el Albacete, un rival no sólo venido a más, sino crecido hasta los topes después de acumular ocho partidos consecutivos en los que nadie lo ha ganado, y tras vencer al Valladolid y a Las Palmas. Vendrá a Butarque, un estadio donde el Leganés necesita volver a ganar para no ponerse nervioso, o mejor dicho, para no ponernos nerviosos a nosotros. Se prevé una noche importante la del próximo domingo. 

30 marzo, 2015

Un bostezo de 90 minutos

La euforia que Leganés y Numancia traían a este partido tras vencer al Betis y a Las Palmas respectivamente se evaporó en la calurosa tarde de Butarque. El Leganés no pudo sacar a relucir su mejor juego. No pudo con los numantinos, quienes propusieron más y tuvieron más acercamientos. (Leganés 0-0 Numancia)
El objetivo de cortar las dos derrotas consecutivas en Butarque se consiguió. El empate fue lo mejor del peor partido de la temporada visto en el feudo pepinero. Aburrido y sin ritmo, todo lo contrario a lo vivido hace una semana en el Benito Villamarín. El césped lo cambia todo, estoy seguro, aunque también la solanera y las inesperadas rachas de viento que ayudaron poco a la creación de espectáculo. Sin Diamanka, el Leganés contó sólo con Eraso y Erik Morán en medio campo. Chuli volvía al once, y Prendes acumuló su tercera titularidad consecutiva, esta vez como mediapunta. El asturiano y el onubense se solaparon el uno al otro, ocultándose la virtud del gol en el equipo pepinero. No apareció ni uno ni otro. Por su parte, el Numancia se sentía más cómodo, y aprovechaba los balones parados para colgarla al área, o mejor dicho, tele-dirigirla al área gracias al guante que tiene por bota Julio Álvarez. Juanma la recibió perfecta y cabeceó en el área pequeña en lo que fue la ocasión más clara del partido. Se quedó en ocasión porque Serantes dejó inalterado el marcador con una parada a bocajarro cuando moría la primera parte. Y lo mismo que perdonó el Numancia, lo perdonó Eraso en la reanudación, con un disparo mordido dentro del área que parecía gol, pero que se fue muy desviado.

Pasaban los minutos, y daba la sensación de que al Leganés le faltaba una marcha más de convicción y de fútbol. A pesar de las llegadas al área de Biel Ribas, no transmitía peligro. El Numancia tampoco, pero parecía más seguro en su juego, convencido de que el empate no le venía nada mal. Un juego que, insisto, no tenia ritmo. El árbitro, más pitón de lo necesario, paraba una y otra vez el juego con faltitas que nunca veían la amarilla. Luego, no cesaron. Y cuando debía pitar, no lo hizo. Medié Jiménez dejó impunes los tres posibles penaltis que sufrió el Leganés. El partido murió para alegría del espectador, que se fue a casa un poco más moreno -o tostado- de lo que vino, y con un puntito bajo al brazo al que tampoco se le hace ascos, viendo cómo se dio la jornada 31.

Jaime Pérez, que sustituía a Garitano en el primero de los dos partidos de sanción que recibió Asier, se fue sin perder en su estreno en Butarque, asumiendo que "hoy era importante no perder". También reconoció que en casa es difícil jugar con un césped en el que "el balón va botando todo el tiempo". Y admitió que los playoffs pueden llegar a ser un objetivo, pero sólo cuando se consiga la permanencia matemáticamente. Para eso aún hay que remar, pero todo parece indicar que se puede llegar a la orilla más pronto que tarde.

23 marzo, 2015

El día que el Leganés conquistó Sevilla

Ganar al Betis en Butarque fue una oda al fútbol modesto, pero hacerlo en el Villamarín fue una oda al fútbol. Porque el Leganés dio un baño al Betis que bien podía haber acabado 0-6. Antes de viajar a Sevilla, ni loco imaginaba poder escribir una barbaridad como es la frase anterior. Cuerdo tampoco: "2-1", pronostiqué tirando de sentido común cuando en la tarde del viernes me llamaron de una radio bética para contarles cómo llegaba el Lega. (Betis 1-3 Leganés)
"No nos conformamos con ir al Villamarín, vamos a ir a competir", avisaba Garitano. Porque ya era una fiesta el solo hecho de poder pisar el césped de un campo con tanta historia en Primera. Por eso viajamos trescientos pepineros, para verlo y contarlo, pasase lo que pasase. Claro está que la motivación y la ilusión de ser protagonista a ras de suelo en un templo del fútbol español eran un plus que no había que desperdiciar en jugadores que hace unos meses competían en césped artificial o en pueblos desaparecidos en el mapa. Lo que costaba pensar era que el aviso de Asier iba tan en serio. ¡Y sin delantero! 

Llegaba el autobús del Lega al Villamarín bajo la atenta mirada de cientos de béticos que se concentraron esperando al otro autobús. "¡Garitano, quédate con Chuli! ¡Pa' ti!", decía un hombre con la camiseta del Betis, creo que sin conocimiento de causa. "Ojalá", pensé yo. Más tarde entramos al estadio, y empezó la fiesta. Diamanka volvió a ser ese jugador admirado por el contrario, pese a ver las dos caras de la moneda. Su omnipresencia en el medio campo fue sorprendente. Aparecía siempre, robaba, conducía, pasaba y marcaba. "El gol era legal", reconocía Pepe Mel en rueda de prensa. Pero no subió al marcador porque el colegiado indicó fuera de juego. Los pepineros se tiraban de los pelos, porque el Lega merecía ir ganando. Menos mal que Eraso sacó su clase en forma de pierna para hacerse un autopase y marcar al poco tiempo. Esta vez sí, se podía celebrar. Saqué el móvil y tiré una foto al marcador. Porque no me lo creía.

El Betis no reaccionaba, y la grada estaba fría. Había 29.671 espectadores, pero los pepineros arrinconados en el último anfiteatro se hacían escuchar. El Leganés seguía haciendo méritos para marcar, con llegadas y jugadas dignas de un grande. Estaban a gusto pese a llevar la camiseta visitante. Se sintieron a gusto incluso cuando todo parecía acabarse. "A tomar por culo", dije en voz alta en el minuto 40' cuando el árbitro expulsó a Diamanka por doble amarilla. Garitano pensó cosas mucho peores como bien corroboraba su lenguaje no verbal. Aspavientos por los que también fue expulsado. Fue una decisión rigurosa, pero ya daba igual. Nos habíamos quedado con diez y no habíamos aprovechado las ocasiones de gol cuando aún éramos once. Me temía lo peor antes de que llegara otra sorpresa. Siguiendo con la tónica de la tarde -la de hacer posible lo que parecía imposible-, el Leganés marcó en el 45'. Marc Bertrán puso el 0-2 in-extremis, y el árbitro pitó el descanso en plena celebración pepinera. Fue ahí cuando empecé a creer, pero volví a sacar a el móvil.

El mal día de los locales era evidente. Nos salía todo, y a ellos nada. Un Betis dejado, desordenado, sin ilusión, y sin fútbol que decepcionó a propios y a extraños. Estaba convencido de que íbamos a sufrir en la segunda parte, pero ese pensamiento desapareció al instante. Mientras me entraba la risa tonta, abría los ojos atónito y fruncía el ceño para concienciarme de que lo que me estaba llegando al cerebro no era ninguna alucinación, en el 47', Postigo ponía el 0-3. La defensa bética era un escándalo. Todo en general lo era. Manuel, el compañero bético de VAVEL.com, me decía decepcionado: "vaya baño". No sabía ni qué decirle. La goleada, efectivamente pudo ser mayor, porque con un Betis más volcado arriba, los espacios atrás fueron constantes. La afición bética no perdió la ocasión, y aprovechó para ovacionar al Lega cuando Sergio Prendes fue sustituido. Reconocimiento absoluto a los pepineros, a tu equipo. Pelos de punta. El miedo llegó cuando en el 72' Jorge Molina recortaba distancias, porque al fin y al cabo nosotros no dejábamos de ser el equipo pequeño, y no dejaban de ser ellos los que tenían a casi treinta mil gargantas a su favor. El Betis no fue capaz de marcar otro que quizá hubiera impulsado el espíritu de remontada. La victoria era del Leganés.

Cariacontecido aparecía Pepe Mel en rueda de prensa. "Cambié a Portillo pero tenía que haber quitado a once", o "Si nos hubieran metido 6 no hubiera pasado nada", fueron algunos de los titulares más impactantes. El Leganés había hecho historia, de la que recordaremos con cariño y orgullo dentro de unos años, como quien ve ahora ese resumen del 0-2 en el Vicente Calderón de la temporada 2001/02. Por la noche salimos a celebrar lo que de día era impensable, y los comentarios acerca del partido resonaban entre los bares del Arenal. "Lo siento por el Leganés porque sólo nos habéis metido tres" nos decía un hombre. "El Leganés juega de puta madre", reconocía un sevillista. "El Leganés nos ha dado una paliza", asumía un camarero. Hoy es lunes, y en el fútbol ese 1-3 ya es pasado. Pero con una alegría inmensa podré decir durante el resto de mi vida que yo estuve allí, el día que el Leganés conquistó Sevilla.

15 marzo, 2015

Sporting de Leganés

El Leganés se derrotó a sí mismo con un gol en propia puerta y facilitó la hoja de ruta de los asturianos para encajar la tercera derrota consecutiva, la segunda seguida en Butarque. Con el Betis en el horizonte, se presupone complicado romper esta mala dinámica a corto plazo. Asier Garitano ya ha dejado claro que sólo será posible "con tranquilidad, no con nerviosismo". (Leganés 0-1 Sporting)
Llegaba el Sporting de Gijón a Butarque a sabiendas de que la tarde sería difícil. El tuit que horas antes aparecía por sus redes sociales se antojaba como el pretexto de una derrota imaginada. Razón no les faltaba en cualquier caso. El césped de Butarque da pena. No fue tan mal, sin embargo, el estreno del nuevo himno, que aunque no fue atronador, sí disfrutó de más gargantas de lo habitual: fue la segunda mejor entrada de la temporada, con 7.300 espectadores, mil de ellos sportinguistas tiñiendo de rojiblanco la grada blanquiazul. 

Todo fue bonito hasta que el partido empezó. Una nube cubrió Butarque, y la metáfora ya la saben. Un Lega irreconocible empezó a pegar constantes pelotazos y achiques continuos ante situaciones controlables. Nadie bajaba la pelota al piso, y cuando tocaba darle de cabeza, Velasco sacó el pie. Gol en propia puerta en el minuto doce, y c'est fini. Ese iba a ser el único tiro que le iban a hacer a Serantes, porque los de Abelardo optaron por defenderse. Una estrategia arriesgada: perdieron gol, pero también lo evitaron.

Los pepineros sólo conseguían penetrar en área rival a base de centros por alto, y a no ser que se tratara de un córner con Mantovani o Postigo como principal amenaza, Chuli difícilmente podía hacer sangre con Bernardo y Luis Hernández custodiando la cueva. Garitano apostó por la movilidad del ratón onubense, pero ni con esas. Costó más que nunca crear peligro de gol, pero el Leganés volvió a demostrar que no se arruga ante nadie, a pesar de las inclemencias arbitrales, una vez más con Óliver de la Fuente Ramos como antagonista. El Lega lo intentó e hizo sufrir hasta hacerle pedir la hora al que hoy duerme líder. Un equipo con un Abelardo que hace dos temporadas caía derrotado en Butarque como entrenador del filial sportinguista. Hoy sale victorioso con el primer equipo en un partido en el que es tan fácil salir enojado como difícil ver lo lejos que hemos llegado. Yo, supongo que como ustedes, sigo prefiriendo mil veces perder en Segunda que ganar en Segunda B. Me pongo a pensar en la que ya es la tercera derrota consecutiva, en que puede llegar otra... y olvido que hay que disfrutar del sueño. Un sueño del que tengo pocas dudas, se repetirá el año que viene. ¡Sueñen!

02 marzo, 2015

Un alcorconazo de mal gusto

El buen ambiente de vecindad que posaron ambos clubes durante la semana quedó sepultado en el terreno de juego, como era previsible. El Alcorcón convirtió en gol un error pepinero, y a partir de entonces, todo fue cuesta arriba para un Leganés que no encontró las cosquillas a un rival cuya estrategia fue la marrullería. (Leganés 1-2 Alcorcón).
Equipo rocoso, intenso y difícil. Así definía Asier Garitano al Alcorcón el viernes, y no sin razón. Los de Bordalás fueron eso, pero en la versión más barullera, propensa al enredo y al ruido, y resultadista, comprensible esto último después de diez jornadas sin ganar. Tras media hora de disputa por la posesión con acercamientos para cada uno, un fallo de Serantes provocado por una falta de entendimiento con Marc Bertrán terminó con la pelota dentro de la portería tras una carambola surrealista. David Rodríguez aventajaba al Alcorcón en uno de los campos más difíciles de Segunda División. Los alfareros lo sabían, y el plan a seguir estaba claro: perder tiempo y hacer muchas faltas. Sorprende, dadas las circunstancias, que Bordalás enloqueciera para decir al árbitro "nos estás cargando a tarjetas, me cago en la puta, nos estás jodiendo y lo sabes", porque razón no le faltaba -seis tarjetas al descanso- pero tampoco al colegiado para sacarlas. Expulsión al canto y arrebatos de agresividad impropias de un entrenador. 

El Leganés no lograba meter mano a un Alcorcón que se defendía patas arriba, y la falta de control derivó en otro regalo a los pocos minutos de la segunda parte. Diamanka no evitó algo evitable como soltar la pata dentro del área, pero Serantes compensó el error del primer gol parando un penalti por segunda semana consecutiva. Sirvió para mantener intacto el marcador, pero no para dar un golpe de efecto, porque la inyección de moral que supone evitar un 0-2, se tradujo, desgraciadamente, en un 0-2. David Rodríguez marcó cinco minutos después de fallar desde los once metros, y el derbi se acabó, sobre todo después de que Diamanka llegara tarde y plantara la bota en el tobillo de Guichón. Roja directa que desde la grada pareció exagerada, y que tras el 'replay' acepto a sabiendas de que vi amarillas por cosas peores.

El triple cambio era más que entendible en el Leganés, y con Alberto Martín acompañando a Eraso en el medio campo, el Lega encontró cierta estabilidad, a cambio, eso sí, de sufrir en defensa, porque Garitano decidió cerrar con tres. Casualmente llegó el gol que ya merecían los blanquiazules, y el cagómetro alfarero se vio reflejado en una expulsión, nuevamente, en el banquillo visitante. El segundo entrenador del Alcorcón siguió los pasos de Bordalás y se marchó del campo tras protestar, y seguidamente el defensa Fran Cruz, por doble amarilla. Pero aguantó el Alcorcón, no sin las pérdidas de tiempo correspondientes, y se llevó los tres puntos de Butarque, alzándose como el segundo equipo que lo consigue esta temporada. 

Por fortuna, los últimos doce de doce puntos cosechados por los pepineros son un buen colchón contra los imprevistos. No se olviden de que ver al equipo octavo a once puntos del descenso sigue siendo una bendición. Y tengan por seguro que este derbi no necesitará más actos promocionales para calentar motores.

22 febrero, 2015

¡Imparables!

El doloroso gol encajado en el último minuto en El Molinón se palió con otro al Betis la jornada siguiente, también en los últimos instantes. Pero las derrotas contra Girona, Mirandés o Las Palmas, todas ellas in-extremis, aún había que cobrarlas. Por fortuna, el fútbol suele devolver parte de lo que quita. Ayer el Leganés se cobró la mala suerte sufrida jornadas atrás con un gol en el límite para conseguir la nada despreciable cuarta victoria consecutiva. Casi ná. (Racing 1-2 Leganés)
Con resultados como el del sábado uno piensa que el fútbol es justo. Claro que, cuando lo es para uno lo deja de ser para otro. El Leganés volvió a encarar el partido con actitud, confianza y control, como ya hiciera en Mallorca. Los buenos resultados -y los fichajes- aportan un plus en todas las facetas, y los fantasmas que surgían lejos de Butarque parecen haberse espantado de golpe. Al menos en la primera parte, porque la segunda pudo ser para cualquiera. Todo hubiera sido muy diferente, claro está, si Javi Soria hubiera apuntado mejor desde los once metros.

Es difícil etiquetar de héroe a Chuli sin poner antes una estatua a Serantes. El de Barakaldo salvó al equipo con la puntita del pie, y evitó una noche amarga para su amigo Erik Morán, que con una acción más tonta que dura, cometió penalti y dejó al Leganés con diez, justo cuatro minutos después de que el colegiado hiciera lo mismo con el Racing tras expulsar a Borja Granero. Los pepineros sobrevivieron al acoso racinguista, basado en pisar campo contrario más que otra cosa, y se repusieron del fatídico 'penalti y expulsión'. Tanto fue así, que el Lega empezó a reencontrarse con la pelota, y parecía no conformarse con el empate, algo que quizá era sensato amarrar después de todo. Pues no. En el 93', Rabello recibió en la derecha, la puso al área, y allí estaba Chuli. El onanismo, entenderán, fue necesario. Más aún para los valientes que apostaron al negro.

Así, mientras que el Leganés se acerca cada vez más a la salvación, vacila con los playoffs. Ya es un sueño cumplido ver a los blanquiazules tan alto, imagínense pensar por un segundo en las posibilidades de colarse entre los seis primeros. No me encariño demasiado con ello tanto como con el objetivo más obvio: ganar cuatro partidos más y llegar cuanto antes a los 50 puntos. Que se preparen los vecinos.

16 febrero, 2015

El Leganés de Chuli

Ya no hay falta de acierto. No con Chuli. Desde que el andaluz parte de titular, ha marcado, y el Leganés bien que lo nota. Tercera victoria consecutiva, y nueve puntazos seguidos que en esta Segunda División solo unos pocos han conseguido. (Leganés 2-0 Lugo)
Apostó Garitano por el mismo once que el de hace una semana en Palma -a excepción de la portería-, por aquello de dar continuidad al éxito, como reconoció en rueda de prensa. El 'trivote' Eraso-Morán-Diamanka impidió al Lugo dominar la pelota, como bien pretendía, pues demostró no tener prisa, quizá porque le servía el empate, e intentó tocar y tocar sin importarle el tiempo. No pudo, aunque tampoco el Leganés. La primera parte fue eso, una lucha permanente por la posesión, y entretanto tímidos acercamientos. La segunda parte, en cambio, fue otra historia.

Salió Álvaro García desde el banquillo, y llegaron los goles. Sorprendente ver por tercera vez fuera de la alineación inicial al hombre que parecía el más indiscutible de todos. El 'Lega' combinó mejor y más, y Marc Bertrán, ya acoplado a la perfección en el lateral derecho, asistió magistralmente para que Chuli marcara el primero. El partido acabó ahí, porque coexistieron desde entonces ese plus de confianza que te da la ventaja en el marcador, con la impotencia e inseguridad de ver el luminoso en contra. Y así, llegó el segundo a los pocos minutos, con un gol que puso a Butarque en pie. Porque cuando se junta la belleza y la eficiencia, lo mínimo que te exige el cuerpo es saltar del asiento. Un golazo de Chuli para ganarse definitivamente a la grada, y un taconazo para quedarse en la retina por lo menos una semana.

Así, con un doblete del ariete de moda, el Leganés consiguió la quinta vitoria consecutiva en Butarque, un campo donde puntuar sigue costando no mucho, muchísimo a los que vienen de visita. Y además, tres jornadas ganando para viajar ahora a Santander, donde la probabilidad de sumar la cuarta no es ni mucho menos escasa. Pero ya saben, la moral por las nubes, pero los pies en la tierra. 

08 febrero, 2015

¡Cómo en casa!

Por fin vimos lejos de Butarque al Leganés de Butarque. Quizá contra pronóstico, los de Asier Garitano realizaron un partidazo que se resume en una soberbia primera parte. Enfrente, un Mallorca que no demostró las ganas de puntos que durante la semana decía necesitar. 
Apostó Asier por tres centrocampistas, dejando en el banco a Alberto Martín, confiando en Erik Morán y Diamanka en compañía de un indiscutible: Eraso, y cargándose a otro que lo parecía: Álvaro. Salió bien, pues no sólo tácticamente el Lega fue superior al Mallorca, sino que la actitud apática que vimos en Vitoria tornó en pura energía, lo que realmente necesitaba el equipo, más allá del acierto. Porque una cosa lleva a la otra. Diego Aguirre, una taladradora junto con Eizmendi en la banda, culminó una buena jugada a los quince minutos con un golazo de volea. Sí, entró la pelota. El Lega tuvo puntería, suerte, acierto, gol. Llámenlo como quieran, pero encontró recompensa. 

La psicología del gol aumentó la confianza en el Lega, que jugó con más soltura, precisión, y atrevimiento. Por esto mismo, dimos gracias al larguero que salvó el gol de Asensio. El empate hubiera cambiado todo. Por fortuna sentó como un "quiero y no puedo" en los bermellones, que cada vez oían con más decibelios la pitada de los suyos. Pero mientras la grada se quejaba, y el Mallorca intentaba encontrarse, Chuli aprovechó un despiste de Kasim en forma de regalo para enfilar portería, y marcar el segundo. Bajito, pero matón el onubense.
Karpin seguía buscando la tecla que adecentara tal desastre, pero no la encontró, y el Leganés siguió sintiéndose cómodo con y sin balón. El que más, Dani Barrio, que apenas tuvo trabajo en su debut en Liga Adelante. Otro que debutó fue Bryan Rabello, aunque poco tiempo tuvo el chileno para demostrar algo pegado a la banda. Imagino que más tiempo tendrá contra el Lugo, aunque dispuestos a imaginar, la tercera victoria consecutiva sería para relamerse los dedos.

Fue una gozada ver a los de blanquiazul imponerse en Palma a todo un grande como el Mallorca -por muy malo que sea su momento-. No ocurre todos los días, ni tampoco, al menos esta temporada, ver tan lejos al Lega jugar como en casa. "Necesitamos parecernos a nosotros mismos", decía Garitano el viernes como clave para traer algo positivo de la isla. Lo consiguieron a base de bien, para alegría de todos. Sobre todo para los que apostamos al negro.
;-)

01 febrero, 2015

Chuligol

Había ganas y necesidad de puntos después de naufragar por el norte de España.  En Butarque y contra el Llagostera, la victoria se suponía factible, pero la gripe que asolaba a media plantilla hacía precaver al más optimista. Pero no a Chuli. (Leganés 2-0 Llagostera)
A las grandes ausencias de jugadores como Álvaro García, Fran Moreno o Marc Bertrán, que no estuvieron ni en el banquillo por el acusado virus, se le sumó en el once la de Borja Lázaro. Después de no mojar y de andar desaparecido en los últimos partidos, Asier quiso aire fresco, y alineó de inicio a Chuli. Como bien se definió en Hora Blanquiazul, el onubense fue un auténtico ratón de área. Corrió, peleó, y marcó. ¿Qué más se puede pedir? 

Sólo anotó uno el '12' pepinero, pero como si fueran dos. Y no por el gol de Ruymán en propia puerta, que bien adjudicado está ese tanto para el defensa canario -no es de recibo quitar mérito a la puntería-, sino por el gol concedido, celebrado y reflejado en el luminoso, y más tarde anulado por el colegiado, o por el linier. Fuera o no falta, fuera de juego, o gol legal, asistimos a una auténtica perola arbitral, impropia de señores con un intercomunicador, alias pinganillo, para hablarse y entenderse, porque básciamente hicieron todo lo contrario. Así que el 1-0 del marcador volvió a ser un 0-0, y el Leganés sufrió un anticlímax que dejó al equipo como el tiempo, frío hasta el descanso. Pero seis minutos mágicos sirvieron para devolver el calor en la segunda parte, y el 2-0 ya no se movería ni con diez jugadores en el bando local. Una falta y una mano se convirtieron en dos amarillas para Carlos Gutiérrez. El chaval no se creía que se tuviera que ir al vestuario antes de tiempo después de quince jornadas sin jugar ni un minuto. Así se llegó al 90', con un gol menos, con un jugador menos, pero con tres puntos más.

Y ahora de nuevo a viajar. De nuevo a sufrir, y de nuevo a confiar en una victoria que simplemente por la estadística a domicilio se presupone difícil. No importa, porque Chuli ha venido con gol para encarnarse en un nuevo ídolo pepinero, después de que otro, con título de héroe, fuera recordado, cantado, y aplaudido en el minuto 9' tras su adiós. Pero mientras los goles sigan rompiendo las gargantas de los miles de Teodoros que acuden a Butarque, cambiaremos encantados los culines por el jamón.

26 enero, 2015

Un letargo sin antídoto

Era buen momento para volver a ganar fuera de casa. Siempre lo es, pero la posibilidad de acumular dos victorias consecutivas si se conseguía ganar al Llagostera en Butarque la semana siguiente, se transforma ahora en la -casi- obligación de ganar al equipo catalán para seguir mirando al descenso por el retrovisor. (Alavés 2-0 Leganés).
No sólo no ganó el Leganés en Mendizorroza, sino que no mostró ni demostró síntomas de poder hacerlo. El rival, hasta ahora por debajo del 'Lega' en la tabla, parecía asequible, pero resultó impenetrable. El fútbol nos debía los puntos que se escaparon en la jornada uno, pero el golazo de Toribio pesó demasiado en los pepineros. La situación era parecida a la del domingo pasado en Zaragoza: tocaba remontar. Pero los pupilos de Garitano empezaron espesos, lentos, imprecisos, y el gol en contra no sirvió ni para despertar de la modorra. A fuerza de cambios -¡dos antes del descanso!- y de charla, suponemos con decibelios, el Leganés logró despertar en la segunda parte.

Sin opción de recuperar los anteriores cuarenta y cinco minutos, los pepineros sólo disponían de la segunda parte para hacer algo. Y lo hicieron, pero es entonces cuando la falta de acierto, la ineficacia de cara gol con la que este equipo pierde las oportunidades que le brinda normalmente su alta competitividad, apareció. No tuvo suerte Álvaro desde la frontal, ni Eraso con su taconazo, ni Fran Moreno con la testa. No quiso entrar la pelota. La suerte, llamémoslo así, que tuvo Toribio con su golazo, no la encontró el 'Lega' ni a un metro de la portería. Para colmo, el 'killer' Borja Lázaro ni tocó la pelota.

Como bien tituló la crónica de la web blanquiazul, al Leganés se le sigue resistiendo el Alavés, al que no ha ganado nunca -y ya van diez intentos-, como se le resisten los puntos fuera de casa: 9 de las 10 derrotas fueron a domicilio. Tocará esperar hasta Mallorca para intentar encontrar otra fuente de puntos que no sea sólo la de Butarque. Porque los buenos números en el feudo pepinero son el verdadero antídoto de este despropósito a domicilio, algo que habrá que refrendar el próximo sábado ante el Llagostera. La verdad, un alivio que sea en casa.

19 enero, 2015

Empieza lo bueno

Fuera de Butarque el Leganés pierde su condición de matagigantes. Quedó claro en una primera vuelta donde estuvo a punto de pescar en campos como El Molinón, Gran Canaria, o El Sadar, pero donde los goles de más los terminó poniendo el local. Jugar fuera es la kryptonita de este Leganés, y en La Romareda no faltó la maldita piedra radiactiva. (Zaragoza 2-0 Leganés)
Decimotercero con 26 puntazos para cerrar la primera mitad de Liga Adelante son datos de permanencia para un Leganés que -muchos coincidimos- mereció sumar algo más. Tocará sufrir en la segunda vuelta si no se pone remedio al mal fario en campos ajenos. Haber conseguido tan sólo 5 puntos de 33 posibles son datos muy pobres, bien contrarrestados, eso sí, con los 21 cosechados en casa. La leve mejora fuera que se supone llegará, otorgaría ese oxígeno que tanto nos gustaría respirar allá por mayo o junio. 

La historia quedó bien resumida en el partido de ayer, y no es otra que cuestión de acierto, es decir, la idiosincrasia del fútbol. Poco hizo el Zaragoza cerca de la portería de Serantes, pero Borja Bastón no necesita inspiración. Ayudado por los escasos centímetros por delante de la defensa que no vio el linier, el 'killer' zaragocista mató en la primera que tuvo, y en la segunda, porque dejando atrás a un Mantovani que en poco se parece a Usain Bolt, batió al portero pepinero con una mezcla de sutileza y a la remanguillé. Algo que le faltó al otro Borja. El '14' blanquiazul no supo aprovechar el mano a mano de la primera parte ni el pase de Postigo que lo dejó sólo en la segunda. La diferencia de acierto resultó valer un 2-0 que dejó sin más premio que el de una sola victoria a domicilio para el Leganés en esta primera parte de Liga Adelante.

Han sido 21 jornadas preciosas en este regreso a Segunda División, pero olvídense. Es a partir de ahora cuando cada victoria sabrá mejor que un beso de Scarlett Johansson y cada derrota dolerá más que una patada donde ustedes ya saben. Sensaciones que tenderán a infinito a medida que se acerquen las últimas jornadas, el último partido, el último minuto. A disfrutarlo. Ya llegará, si el asunto lo requiere, la chilena de la permanencia.

INFOGRAFÍA | Resumen de la primera vuelta 

11 enero, 2015

Déjà vu

Ir a Butarque es sentirse como algún día lo hizo Émile Boirac, ese filósofo francés que acuñó el término con el que hoy titulo mis palabras, porque sentir que una experiencia actual se ha vivido en el pasado es lo que sucede, en repetidas ocasiones, en el feudo pepinero. (Leganés 2-0 Barça B)
Era fácil salir el sábado con la sensación de que el 2-0 al filial culé había sido el típico partido cómodo del Lega. Lo que no es tan fácil es convertir en típico una victoria. Algo que es posible porque el Leganés y su feudo forman una simbiosis casi perfecta -irracional o difícil de explicar si se compara con los resultados fuera de él-. Ayer volvió a quedar demostrado con un partido imponente de los pupilos de Asier, minimizando a jugadores que quizá en un futuro despunten en las mejores ligas europeas, como ya hizo un tal Puyol después de caer hace más de quince años en Butarque. Un partido, volviendo al inicio, ya vivido en el fortín pepinero, no sólo porque la última visita de La Masía al sur de Madrid acabara con resultado idéntico, ni porque Velasco y Eraso repitieran los goles e incluso los minutos del partido contra el Recreativo, sino porque es la tónica de una asociación equipo-campo que desde hace mucho tiempo es sinónimo de puntos.

Puede parecer que jugar como local asegura puntuar, pero sólo siete de veintidós equipos en esta Liga han alcanzado la cifra de seis victorias en casa en lo que va de campeonato, algo que dice mucho de un Leganés que se encuentra en esa lista, sobre todo cuando cuatro de ellos son los cuatro primeros. Día o noche, frío o calor, sol o lluvia. No importa, el 'Lega' siempre responde en Butarque, y visitarlo cada dos domingos es como ligar conduciendo un Aston Martin, sabes que el porcentaje de probabilidad de salir victorioso está más cerca de cien que de cero.

El enfermo césped del estadio blanquiazul y las botas pepineras se entienden bien, y el primero de los novatos continúa firme en la Liga Adelante gracias a esa complicidad. Lástima que los próximos dos domingos el Lega visite Zaragoza y Vitoria. Es lejos de aquí donde aún queda mucho por mejorar. Recurriremos, si no queda otra, al espíritu de Sabadell. Porque no duden que cuando venga el Llagostera, tendremos otro déjà vu.

05 enero, 2015

Año nuevo, derrota nueva

El Leganés abandonó otro campo de altura con esa mueca de frustración, un gesto propio de quien reconoce haber perdido un tesoro que tuvo en las manos. Un partido escrito por el mismo guionista de Gijón nos regaló cuatro minutos de felicidad. Fue lo que duró la ventaja pepinera en el marcador, para deshacerse después en favor de un Miguel De Las Cuevas en gracia. (Osasuna 2-1 Leganés)
Todas las derrotas duelen, pero la del sábado pareció dejar especialmente dolido a Asier Garitano. Dejó Pamplona con cara de pocos amigos y sin muchas ganas de hablarle a nadie. La ventaja conseguida con mayor control que nunca lejos de Butarque, en forma de contraataque de manual entre Alberto-Álvaro-Borja, se desperdició demasiado rápido. Fue el epicentro del cabreo de Asier, y de todos, porque como si de un truco de magia se tratara, el control desapareció, y la inercia del partido cayó a favor de un Osasuna que empezó a creer, y en contra de un Leganés que empezó a dudar. 

"Se ve venir el segundo gol rojillo", recuerdo que pensé en la cabina 22 de El Sadar, en aras de mi negatividad. Los mismos precedentes que tenía para pensarlo me daban un resquicio de esperanza para no hacerlo, por aquello de que de los errores se aprende. Tristemente, un inspirado rojillo con un 8 a la espalda y un mal rebote en Mantovani dieron la razón a las sensaciones iniciales a los diez minutos. Con el pitido final, los blanquiazules nos fuimos del antiguo Reino de Navarra con otra derrota inmerecida bajo el brazo, con otro partido competido casi a la perfección en vano, y con la misma falta de acierto después de tres ocasiones claras de gol: una volea de Eraso a los cielos en un mano a mano, un zapatazo al palo de Mantovani, y un remate a bocajarro de Álvaro salvado in extremis. 

Afortunadamente, la clasificación se ha portado bien y ha dejado al Leganés duodécimo, sólo un puesto por debajo del que empezó la jornada. La cosa se aprieta, pero en este blog sólo miramos hacia delante, lo que en una lista vertical del 22 al 1 significa hacia arriba. Claro que una dosis de suerte nunca vendría mal. Espero que me lean los Reyes Magos.