25 agosto, 2014

Sin la suerte del novato

Como si de una maldita ley matemática se tratara aquello de 'cuando perdonas, lo pagas', ayer el Leganés no pudo disfrutar de la famosa suerte del novato contra el Alavés. Incontables ocasiones fallidas valieron a los pepineros para salir de Butarque contentos con eso que llaman sensaciones, pero cabreados por dejar escapar los tres puntos con un empate (1-1) que sabía a poco. Aunque los cabreos, ya sabemos, son momentáneos.
El regreso a Segunda fue como el salto al color. Fue un nuevo mundo volver a escuchar en la radio a un Leganés protagonista, y saber que el nombre de tu ciudad y equipo, de sus jugadores o de su estadio, sonó por televisión viajando hacia cualquier rincón de España, incluso porque las líneas del terreno de juego no se distinguieran ni de cerca. Hasta fue Trending Topic. Las cabinas, con su insoportable calor veraniego fruto de una tribuna que cada tarde desafía al Sol, soportaron los ecos de los grandes medios nacionales. Las cámaras volvieron a apoyarse en el césped de Butarque, y grabaron para el deleite de los aficionados al fútbol, la autenticidad de un equipo que llevaba una década en el infierno.
Un equipo que jugó con el Alavés. Con, no contra. Supo mandar, controlar y jugar a lo que más le gusta, demostrando la personalidad que Asier Garitano quiere, sin sufrir la amenaza de la presumible diferencia de categoría, la incógnita que teníamos todos. Alberto Martín remató una brillante jugada de Fran Moreno por línea de fondo, y marcó el primer gol del Leganés en su vuelta, y su primer tanto personal después de treinta partidos con la elástica blanquiazul. El debut quedó empañado por -no encuentro otra razón- la mala suerte. Gol en propia puerta e imperdonables ocasiones que Eizmendi, Diamanka o Borja Lázaro no marcaron.

Así que vuelvo a las sensaciones. El 'Lega' bailó al equipo vitoriano, en lo que de momento parece la premisa de una gran obra cuyo titulo se escribe con la palabra permanencia. Como dijo ayer el 'Guaje' después del partido en los micrófonos de VAVEL.com, "haciendo partidos así, este equipo no va a sufrir". Quizá sea por eso. Quizá porque a este equipo no le hará falta, no hubo suerte del novato.

23 agosto, 2014

Que dure

Mañana el C.D. Leganés regresa oficialmente a competir en Segunda División. Una década ha pasado desde la útlima vez, cuando un servidor tan sólo tenía doce años. Un niño que escuchaba al Leganés por la radio, pero que nunca llegó a pisar Butarque en formato LFP. Os podéis imaginar la ilusión que me hace estar allí, mañana, a las 19:00. 
Estos días me pasé por el polideportivo Europa de El Carrascal, donde se encuentra el campo de entrenamiento que el Leganés ha improvisado para no estropear el malparado césped de Butarque, que sigue siendo un problema para practicar fútbol de nivel. Hacemos una parada, porque David Aguilera os explica en su blog cómo el 'Lega' ha acabado ahí. Como os decía, me sigue encantando ese otro lado, el del día a día en el fútbol. En esta Segunda, equipos como Betis, Valladolid, Osasuna, Las Palmas, y un largo etcétera cuentan con toda una provincia detrás. Son equipos más mediáticos, con más masa social, con más dinero, y con más recursos que el Leganés. 
Mientras que el Betis entrena en una su ciudad deportiva Luis Del Sol de 4.000 metros cuadrados, el club pepinero lo hace -de momento- en un polideportio público, rodeado de una pista de atletismo en la que vecinos de la ciudad corren mientras tanto; duchándose en enanos vestuarios más que deficientes, y recogiendo, los propios jugadores, el material de entrenamiento -en el Betis no lo hacen-. La diferencia es abismal, y se mantiene con la mayoría de los rivales del Leganés este año. 

La magia del fútbol es que cuando llega el domingo, con el pitido inicial, el dinero, muchas veces, es papel mojado. Es el argumento de un equipo que va a pelear y correr más que el rival por mantenerse en Segunda División. Creo que voy a disfrutar como un niño -de doce años- viendo al 'Lega' por el televisión. Mañana lo haré in situ, pero desde hoy pido, no sé a quién, que esto dure. Que dure mucho. 

Les veo en Butarque. Y no olviden que el Leganés ganará al Betis.

07 agosto, 2014

Nos quedaremos

Ayer el fútbol regresó a Butarque. Y con él, cientos de aficionados pepineros (y rayistas) poblaron parte de unas gradas que llevaban diez años deseando volver a donde un día estuvieron. Fue bonito ver blanquiazules y franjirrojos compartir asiento. Dejaré para otro día, cuando entre en acción la competición oficial, la emoción del regreso a Butarque. Hoy sólo me centraré en el buen sabor de boca que aún me queda del partido de ayer.
Son muchos medios los que se han hecho eco del cabreo de Jémez. Quizá fue lo más trascendente ayer, que un Primera no pudo con un Segunda. El entrenador canario quería hablar, pese a que no había prevista rueda de prensa. Quería lanzar un mensaje a sus jugadores, y lo hizo. No justificó la derrota de su equipo por el mal estado del césped, pero sí lo dejó caer. Razón no le falta, el césped no es el mejor, pero quizá ayer el Rayo no ganó porque hiciera las cosas mal, sino porque el equipo que había delante, las hizo muy bien. Me atrevería a decir que fue mejor, pero el resultado final (2-2) no me deja.

El Leganés volvió a demostrar que es camaleónico. Que puede jugar a esperarte atrás para pillarte en bragas, o todo lo contrario, tocar y elaborar para que veas cómo llega hasta el área sin que le quites el balón, y encima te encasquete un golazo. El fichaje de Rubén Peña me ilusionó desde el principio, y ayer vi que esa ilusión era por algo. Fue el mejor. Un cerrojo atrás, y como si de un barrido tenístico se tratara, ya estaba arriba cuando mirabas hacia el otro lado de la banda derecha. Marcó el primer gol del partido, y se ganó el cariño de la afición. Borja Lázaro también gustó, y mucho, aunque no pudo ver su debut en Butarque con gol, pese a que Fran Moreno se lo puso en bandeja. No obstante, penalti y gol de Fran. El resto de fichajes y de jugadores demostraron tener las ideas muy claras. Unas ideas que ayer supusieron 'bailar' a un Primera en ciertos momentos del partido, con jugadas al primer toque, buenos balones entre líneas, defensa castrada de complicaciones, y resistencia física patente. El día 24 arranca el campeonato, y mientras el Leganés demuestre algo parecido a lo que hizo ayer, no me cabe duda de que nos quedaremos.