15 diciembre, 2014

¡Por fin!

Después de ocho salidas sin saber lo que era ganar lejos de Butarque, a la novena llegó la vencida. Borja Lázaro y Mantovani encontraron portería en la primera parte, ventaja que resultó suficiente para llevarse los tres puntos de la Nova Creu Alta. 
Le preocupaba a Asier Garitano el estado mental de la plantilla por no poder resarcirse en Butarque del infructuoso esfuerzo realizado en Las Palmas. Tocaba jugar consecutivamente fuera de casa, y los pobres números a domicilio no le daban al técnico pepinero plena confianza. Pero esta vez todos teníamos eso que los ingleses llaman feeling, o si no que se lo digan a mi compañero David Aguilera. La victoria tenía que llegar ayer, y llegó.

Bastó con una espectacular primera parte del Leganés para encarrilar el partido desde el minuto 3, y cobrar una ventaja, quizá inesperada, con el gol de Mantovani a la media hora (el lejano centro de Diego Aguirre es para verlo una y otra vez). Con balón, pero sobre todo sin él, los pepineros fueron superiores, en parte por un Sabadell que tampoco puso las cosas difíciles, pues anduvo falto de chispa, ideas y orden en ataque. Algo que Álex García logró corregir en la segunda parte, encontrándose con un golazo imparable de su capitán Hidalgo a poco de empezar, lo que provocó que el resto del partido fuera una subida constante de tensión con cada acercamiento de los arlequinados. 

La 'maldición' del último minuto se nos vino a la mente a más de uno cuando el marcador virtual de Teledeporte cruzó la barrera del minuto ochenta. No tuvieron tino en las llegadas, ni claras ocasiones los jugadores del Sabadell para alargar la mala racha pepinera, y se consumó la primera victoria a domicilio del Leganés esta temporada. Ha costado, y seguirá costando, pero los kilos de presión acumulados fuera de casa por fin se evaporaron ayer. Un resultado, además, suculento para terminar el año de forma redonda: ganando al decano del fútbol español. ¡Nos vemos en Butarque!

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